LUGAR DE MUERTOS. La aplicación anunciaba que si seguía el camino trazado en el mapa, llegaría a un espacio en que podría hallar un cadáver. Pese a la advertencia, mis pasos me encaminaron hacia allá. Crucé el mal iluminado parque que rodea a la Municipalidad de San Pedro para encontrarme de frente con el lugar, mientras la alarma del Randomapa anunciaba mi llegada: Una Funeraria. El único edificio iluminado en una calle muy oscura, con pocas luces funcionando. La oscuridad parecía engullir los alrededores, y los árboles se contorneaban en sombras y reflejos gracias a la única luz del lugar, la Luz de Muerte, el eléctrico fuego fatuo de la funeraria. Ningún automóvil circula a estas horas, nadie pasea por las calles. Las cortinas de las ventanas están cerradas, las luces apagadas, y como un faro en el mar de la noche, la funeraria iluminó mi camino de regreso, como saludando con su luz nuestra despedida, sabiendo que todos, tarde o temprano, llegaremos a ella... Registro compartido en RandonautiConce https://www.instagram.com/p/C596RzYN_Nk/?igsh=MTdramliOGl4MmpyZA==